Lo primero que debo decir es que el tarot no tiene nada de malo. No es brujería ni satanismo, no es hechicería ni cuentos chinos, no es magia ni nada sobrenatural. Desafortunadamente los clichés cinematográficos especialmente han llevado al tarot a un lugar oscuro: Es típica la escena donde una joven desesperada ingresa a un cuarto desvencijado iluminado apenas por unas velas, con una poco confiable y nada agradable anciana que en la primera carta que desliza apoya su dedo agoreramente sobre la carta de La Muerte, ante el pánico de la joven y una música tenebrosa.
Es una herramienta proyectiva que nos conecta con el proceso que estamos viviendo y nos da una visión de nuestro ‘yo’ interno para sanar las emociones.
Los de Bastos muestran como el consultante expresa su energía, abarcando fundamentalmente el mundo profesional y las manifestaciones instintivas y creativas.
En ese mapa de tu presente gracias al Tarot también se ve con claridad cómo estás proyectando tu energía hacia tu futuro para conseguir lo que pretendes conseguir.
En pleno 2024, no podemos decir que no existen las suficientes alternativas para poder hacerle frente a la depresión o ansiedad; querer SÍ es poder y basta con indagar un poco en internet para saber más sobre el tema y conocer las distintas opciones que tenemos para mejorar nuestra salud mental.
Por supuesto que no. Cada carta significa varias cosas, hay un significado amplio. Es un mistake reducir a un solo sentido las cartas.
Qué es el tarot terapéutico Si naciste antes de los años noventa probablemente conociste el tarot como una práctica mística para predecir el futuro y averiguar si hay alguien amenazando tu relación amorosa.
El adivinatorio considera que el futuro ya está escrito y podemos enfrentarlo, mientras que el terapéutico indica que viene marcado por tendencias que no son absolutas y es posible cambiar a visit nuestro beneficio a través de la gestión de las emociones.
Con el tarot terapéutico es posible ayudar a las personas a nivel particular, animarles a desbloquearse y dejar atrás toda la energía y situaciones negativas que no les dejan progresar en la vida.
Nos conecta con una comprensión más profunda de nuestro lugar en el universo y nos anima a buscar un mayor sentido y propósito en la vida. La práctica del tarot terapéutico se convierte en un camino de crecimiento integral que nutre el cuerpo, la mente y el espíritu.
Es decir, todos en un momento de nuestra vida tendremos que desarrollar la carta del Emperador que representa la disciplina; todos en algún momento seremos el Sol, vamos a brillar y a ser auténticos ; y todos en algún momento tendremos que enfrentarnos a una situación representada en la carta del Papa que es aprender, enseñar y contactar con la sabiduría.
Si no lo tienes, no pasa nada, puedes aprender igualmente a leer las cartas, pero es posible que muchas veces te cueste más entender el mensaje que te dan las cartas.
Podemos concluir que una persona pide ayuda cuando no es capaz de ver en su vida qué es lo que está ocurriendo, qué es lo que falla y necesita que otra persona le ayude a identificar el problema (o las causas del mismo) y a proponer soluciones.
Esta autoconciencia puede ser liberadora, pues nos ayuda a comprender la fuente de nuestras luchas internas y a encontrar maneras constructivas de abordarlas. El tarot se convierte en un puente hacia la resolución y el equilibrio internos.